El ultrasonido también llamado ecografía es un método diagnóstico no invasivo donde su principio físico es pulsar eléctricamente un cristal y emitir un haz ultrasónico o energía acústica con una frecuencia que supera la del sonido audible por el ser humano.
El ultrasonido es generado por el transductor, el cual se propaga a través de los tejidos que se van a evaluar, para luego ser leído o decodificado por un software la cual forma las imágenes con esta información, según la frecuencia emitida por cada transductor es su utilidad clínica y diagnóstica, entre más baja frecuencia, se logra evaluar estructuras u órganos más profundos y entre más alta frecuencia se logra evaluar tejidos más superficiales.
En SONUS contamos con todos los transductores disponibles en el mercado para la correcta evaluación: transductor convex o de baja frecuencia (1 a 5 MzH) que permite evaluar los órganos intraabdominales: hígado, riñones, vejiga, páncreas, el transductor lineal de frecuencia hasta (15 MzH) que evalúa articulaciones grandes y medianas como la pared abdominal, tejido mamario y también otros músculos, el transductor de alta frecuencia (8 a 20 MzH) que evalúa: el plano cutáneo, epidermis, dermis e hipodermis así como pequeños músculos de la cara los cuales tienen espesores milimétricos, también es útil para la evaluación de uñas, nariz, labios y pequeñas articulares como las de los dedos de nuestras manos o muñecas y el transductor endocavitario que evalúa el aparato reproductor femenino con la ecografía transvaginal y también con el se puede evaluar la próstata por vía transrectal.
El ultrasonido es un método no invasivo que no produce daños en los tejidos, de fácil acceso, es operador dependiente, es decir debe ser realizado por profesionales en la salud, médicos especialistas que evalúan los órganos y tejidos del cuerpo antes de la realización de tratamientos invasivos y no invasivos aportando información necesaria y útil para el médico tratante, garantizando mejores resultados.
En el caso de la ecografía dermatológica de alta resolución se evalúa el estado actual de los tejidos faciales, variantes anatómicas vasculares y también se puede reconocer los distintos tipos de inyectables absorbibles y no absorbibles (biopolímeros), localizando de forma certera la profundidad, zona y grado de compromiso de los tejidos.
Así que cada día el estudio ecográfico toma más fuerza para que los tratamientos sean eficaces y seguros. ¡Siempre que venga de manos expertas!
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